. . . y los habrá peores.

viernes, 4 de octubre de 2019

Un viernes soleado

Me desperté un viernes soleado con la profunda tristeza de una existencia marchita
Y no encuentro alivio alguno ni en lo material ni en lo etéreo
Ni en lo divino ni en lo humano
Unos dioses que no se si nunca han existido o nos han abandonado
Como se dejan de lado las fantasías que realidades han estropeado
No existiendo razones para que esto ocurra, me ocurre, y no lo entiendo
Y me pregunto si solo a mí me ocurre exiliado por mis especulaciones 
O si todos hacen como si no les ocurriera partícipes de un artificio de pertenencia.

Me desperté un viernes soleado acompañado de una mujer preciosa
Y su belleza me entristece, no por el consumo corpóreo que la hará fugaz
Sino por el temor de no poder admirar ese consumo 
Al no hacerla feliz con mi ridícula e indigna presencia
¿Qué culpa tendrá? Temo, y me preocupo
Y no sirve de nada, pero me preocupo
Y tengo ganas de vomitar y no vomito
Y no encuentro refugio ni en su cuerpo ni en mis reflexiones
Ni me satisfago en hedonismo ni en rezos
Ni me alivia la idea de una salida fácil y sin embargo en esta jaula,
La deseo.

Hago almohadas con pesadillas, disfruto del paseo acomodado sabiendo que hay final
Y me tenso al despertar en la violencia silente oculta tras sonrisas a desconocidos
Conversaciones vacías que hagan rebosar de mierda nuestras cabezas
Para ocupar cada segundo y cada minuto, y así pasen las horas y salga la luna.

Y deseo ser un pájaro y volar 
Preocupándome solo de eso
Buscar refugio en los días de lluvia
Y cantarle al sol en los viernes soleados,
Como hoy.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Cada vez que te veo oscuro por dentro
Un suspiro de ignorancia y falta de entendimiento
''¿Para qué? o ¿Para cuándo?''
Un susurro de averno acariciando mi sonrisa
El olor a lluvia que traen los vientos de otoño
Bajo mis pies caen mustias las hojas que ya dejaron de ser
Y asciendo a toda prisa entre ramas que aún no crujen
Mintiéndome con un árbol de follaje verde infinito
Lo perenne se torna feo y lo efímero bello
Y lo deseo: ignoro alrededor y disiento dentro

sábado, 27 de julio de 2019

Al olor del queso

Rápido me convencieron
Susurraban en mi oído
Mientras la contemplaba.

Barajaba contorsiones en mi estómago
Regalándome reojos entre muecas,
Alargando mi delirio con su estancia.

Sin descubrir nuestras cartas
Quedé cuerdo,
Sin destapar nuestras sábanas
En mi recuerdo.