Perdona que en estos meses haya estado distante,
que los besos nos acercaban y mi razón los rechace.
Perdona que lo que sientes no sea lo que yo siento.
Estar callado y sin ti, son solo motivos de sufrimiento.
Perdona que no sepa verte, como alguien para siempre,
que con el tiempo acabe primando la cobardía de la mente.
No saber dejarme llevar y seguirte la corriente,
preocuparme por las cosas que no tengo al no tenerte.
Corazón mío, corazón roto.
¿Cómo vas tú, que no sientes, a velar por el corazón de otro?
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