. . . y los habrá peores.

lunes, 30 de mayo de 2011

Hoy es uno de esos días

hoy es uno de esos días
el sol no arrancó su marcha
luz gris por los cristales
llena el corazón de manchas

la alegría hoy no me vale
la cosa irá de suspiros
y de noches y mañanas
que nunca pase contigo

tengo ganas de tenerte
abrazarte, conocerte
de que tu mejor amigo
tenga envidia de no verte

quédate conmigo
simplificar, poder olerte
cuéntame hoy tus secretos
pegadita a mi oído

no hay estrellas en el cielo
están tapadas por las nubes
una sensación de anhelo
llena todo y te cubre

el deseo de tu pelo
mi mirada sube
recorriendo to' tu cuerpo
no hice todo lo que pude

y te pierdo

te desvaneces entre sueños
al soñar
problemas desaparecen
renacen al despertar

yo quiero vivir de noche
sin tenerme ocultar
y poder asegurar
que tu sonrisa se derroche
y derroches felicidad

jueves, 26 de mayo de 2011

WAYWF

No acabo de llegar, ni mucho menos. Estaba aquí esperando de pie, apoyado en la pared, a que llegaras. Sabía que tenías que pasar por aquí, pero joder no sabía que fueras a tardar tanto.
Espero que no te hayas cansado por el camino, te llevaré en brazos si lo necesitas. Sí, así soy yo, todo un caballero, de los que ya no quedan.
Vamos mujer que no te cuesta tanto, no te van a cobrar por una sonrisa. ¡Sonríe! que estás mucho más guapa... vamos, ¿una mirada? vamos, mira.
Créeme te estaba esperando a tí. ¿Nada? bueno...

Hola. No acabo de llegar, ni mucho menos. Estaba aquí...

jueves, 12 de mayo de 2011

Y el cielo azul

Era uno de esos días en los que te encuentras de buen humor. En los que te gusta tanto que el viento sople a tu favor, simplificando cada paso, avanzando con la facilidad de un río descendiendo montaña abajo; al igual que te pegue en la cara, levantando tu pelo, alborotándolo, haciendo costoso cada movimiento, superándolo como si te hubieras adentrado en una muchedumbre furiosa deseosa de frustrar tu avance.

Me encanta el cielo azul en esos días, cuando temprano puedes ver la mancha blanca de la luna invadiendo el azul eterno, incluso durante las horas en que el sol aun manda, y desearía perderme en el mar en una noche como esta, o estar en la montaña, y ver las estrellas que nos perdemos cada noche.

Me encanta también cuando las pocas nubes que hay, blancas, sin intención de estropear tu buen humor, se sitúan estratégicamente al oeste, y sus formas se entremezclan con los colores de la caída ordinaria del imperio solar. Rojo, rosa, amarillo, hasta la oscuridad total.

La variedad cromática simula una gran pintura que debe de estar creada por al menos un centenar de los mejores grafiteros del panorama actual.

Pero si de verdad tienes suerte, el día comienza con nubes negras. Y aunque no empieza perfecto, te das cuenta de que lo será cuando se inicia la descargar de toda el agua que habían acumulado unos días atrás. De un color grisáceo, se vuelven blanquecinas, el arcoíris sale mientras el sol y la lluvia se funden. Y cuando ésta deja de caer, el centenar de grafiteros vuelven a dejar su signatura al atardecer y la noche queda despejada y aparece el mismo deseo de perderse y estrellarse en la oscuridad, tumbado mirando tan alto como no podemos imaginar, perdidos en la infinitud.

Hay que tener mucha suerte para tener unos de estos días. La suerte hay que buscarla, pero sobre todo estar confiado en que vamos a encontrarla.

http://pienseconmoderacion.blogspot.com

martes, 10 de mayo de 2011

Ritmo

No sé qué coño estoy haciendo con mi vida.
Por qué me comporto así últimamente.
Qué me está pasando.
La verdad que no tengo ni idea de dónde está la línea.
Quizás me estoy pasando un poco.
Tengo que terminar con esto, dejarme de tonterías.
Voy a parar, pero aun no, porque me encanta.