Ante todo, sinceridad

Pues si te soy sincero, que voy a serlo, no me importaste nunca un carajo.

Lo siento soy un tío. Así somos.
Un día os decimos dos tonterías sobre querer estar con vosotras... que sois las únicas importantes... y luego ¡pum!, ahí estamos, mirando las tetas de cualquiera, o su culo, y nos ponemos gallitos con los amigos diciendo a cuántas de las que pasan nos tiraríamos. Somos tíos.

No me importaste. No me importas ahora.
Cigarros por un tiempo, luego colillas, más tarde cenizas. Eso son las relaciones, ¿o no?
¿Qué esperabas? ¿Una boda?
Dos o tres noches, unos besitos, algún abrazo, un par de canciones, momentillos algo distintos de los demás, pero ¿qué te pensabas?
Nos hemos cansado el uno del otro. No importa que no me quieras ver más.
Cada uno por su lado, es lo que tu quieres y lo que yo quiero.

Joder, libertad, Mi vida. Disfrutar. Vivir. Y no estar ahí amargado... con una persona como tú.
Acosándome cada noche con un sms. Metiéndome en la prisión de tus llamadas nocturnas.
Jodiéndome con tu imagen al despertarme, mientras estoy comiendo, antes de ir acostarme, mientras sueño... ¿siempre?
¿Quién coño quiere eso? Porque yo no desde luego.

Gracias por todo y ahora vamos a disfrutar. Que es así como vamos a estar felices.
Vuelta a la vida.
Por fin respiro.
Ahora soy feliz.

¿Y tú? ¿Tienes alguna mentira que contarme?
Porque seguimos jugando a eso...
¿O no?