Puntos infinitos:
llenan el cielo de bicicletas
y el mar fluorescente y un vino.
Conociéndote por tus labios, a cada palabra
percutiendo en tu cuerpo
e incluso entre lágrimas, estás bonita.
Una ventana para verte amanecer
sabor amargo y luz de sueño
no sé quién soy.
no sé quién eres.
Y me gusta descubrirte a mi lado.
Una hamaca y bajoneros.
El perro cojo nos tiene celos
Abrazos, acunándonos las olas.
El cachorro que nunca adoptamos
¿de los que duermen o de los que juegan?
Corriendo a cada autobús
tú y yo sin tiempo
quedándonos mucho aun.
Las mandarinas más sosas
convirtiéndose en llaveros ...
Yo que sé, esas cosas. Nuestras cosas.
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